sábado, 3 de septiembre de 2011

El libro negro del comunismo


Presentación


Acabo de adquirir un libro mítico, una sombra. Sabía que existía. Me habían dicho que era obra de un equipo de importantes historiadores franceses y de otras nacionalidades. Muy lejos de ser un "panfleto anticomunista" esta obra está basada en documentación: hay unas 70 páginas de bibliografía, desde documentos de protagonistas y testigos hasta reportes y documentos burocráticos. Es notable la nota manuscrita de Stalin ordenando el fusilamiento de 6.600 personas (más, dice el autor, que todos los ahorcados por el régimen zarista en un siglo).
Este libro es mítico porque recién en 2010, ha aparecido la primera edición en español. No es casual. Publicado inicialmente en 1997 tuvo pocas reediciones y pocos comentarios. El público hispanoparlante no ha podido acceder a su lectura sino hasta abril de 2010. La gente se agolpa en los comercios a la espera de poder comprar su iPad. Eso no está mal. Pero pregunto: ¿alguien ha leído en las cultas secciones culturales de los diarios que "El libro negro..." se iba a editar este año en español? Hay decenas de artículos informando sobre la inminente aparicion de chiches tecnológicos o películas en 3D. Pero, lo sabemos, el ninguneo periodístico a semejante obra implica que no hay mucha voluntad de "promoverla". Yo la quiero promover, modestamente, a través de este medio.

" Podemos establecer un primer balance numérico que aun sigue siendo una aproximación mínima y que necesitaría de largas precisiones pero que, según estimaciones personales, proporciona un aspecto de considerable magnitud y permite señalar de manera directa la gravedad del tema:

- URSS, 20 millones de muertos
- China, 65 millones de muertos
- Vietnam, 1 millón de muertos
- Corea del Norte, 2 millones de muertos
- Camboya, 2 millones de muertos
- Europa oriental, 1 millon de muertos
- América latina, 150.000 muertos
- Africa, 1,7 millones de muertos
- Afganistán, 1,5 millones de muertos
- Movimiento comunista internacional y partidos comunistas no situados en el poder, una decena de millares de muertos"

" Puede realizarse un primer balance global de estos crímenes:

- Fusilamiento de decenas de miles de rehenes o de personas confinadas en prisión sin juicio, y asesinato de centenares de miles de obreros y campesinos rebeldes, entre 1918 y 1922.
- Hambruna de 1922 que provocó la muerte de 5 millones de personas.
- Liquidación y deportación de los cosacos del Don en 1920.
- Asesinato de decenas de miles de personas en los campos de concentración entre 1918 y 1930.
- Liquidación de cerca de 690.000 personas durante la Gran Purga de 1937-38.
- Deportación de dos millones de kulaks ( o de gente a la que se calificó de tales) en 1930-32.
- Destrucción por el hambre provocado y no auxiliado de seis millones de ucranianos en 1932-33.
- Deportación de cientos de miles de personas procedentes de Polonia, Ucrania, países bálticos, Moldavia y Besarabia en 1939-1941 y después, en 1944-1945
- Deportación de los alemanes del Volga, en 1941.
- Deportación-abandono de los tártaros de Crimea en 1943.
- Deportación-abandono de los chechenos en 1944.
- Deportación-abandono de los ingushes en 1944.
- Deportación-liquidación de las poblaciones urbanas de Camboya entre 1975 y 1978.
- Lenta destrucción de los tibetanos por los chinos desde 1950, etc."

"La atención excepcional otorgadas a los crímenes hitlerianos está perfectamente justificada. Responde a la voluntad de los supervivientes de testificar, de los investigadores de comprender y de las autoridades morales y políticas de confirmar los valores democráticos. Pero ¿por qué ese débil eco en la opinión pública de los testimonios relativos a crímenes comunistas? ¿Por qué ese silencio incómodo de los políticos? Y, sobre todo, ¿por qué ese silencio "académico" sobre la catástrofe comunista que ha afectado, desde hace ochenta años, a cerca de una tercera parte del género humano en cuatro continentes? ¿Por qué esa incapacidad para colocar en el centro del análisis del comunismo un factor tan esencial como el crimen, el crimen en masa, el crimen sistemático, el crimen contra la humanidad? ¿Nos encontramos frente a la imposibilidad de comprender? ¿No se trata más bien de una negativa deliberada de saber, de un temor a comprender?."

" No se contente el lector con algunos documentos iconográficos reunidos aquí. Consagre el tiempo necesario a conocer, página a página, el calvario sufrido por millones de seres humanos. Realice el indispensable esfuerzo de imaginación para representarse lo que fue esa inmensa tragedia que va a continuar marcando la historia mundial durante las próximas décadas. Entonces se planteará la cuestión esencial: ¿por qué? ¿Por qué Lenin, Trotsky, Stalin y los demás consideraron necesario exterminar a todos aquellos a los que designaban como "enemigos"? ¿Por qué se creyeron autorizados a conculcar el código no escrito que rige la vida de la humanidad:"No matarás"? Intentamos responder a esa pregunta al final de la obra"


Empiezo hoy la larga lectura de crímenes: tortura, destierros, fusilamientos, hambrunas provocadas... Daré noticias de ese viaje.


El mito de octubre



El mito de la Revolución soviética es tan fuerte y persistente que aun yo, con los ojos bien abiertos ante el terror estalinista supuse, inocentemente, que Lenin y Trotsky no eran tan salvajes como Koba, el temible. Además, confieso, nunca había pasado de la lectura de “Los 10 días que conmovieron al mundo” y, en cambio, durante mi época de estudiante-sujeto a adoctrinamiento- leía a Lenin y sus sesudos estudios sobre el Imperialismo.
Total que tenía una visión algo limitada de las jornadas de octubre. Suponía que el Partido Bolchevique había sido audaz, que tenía el apoyo de las masas y que era más o menos coherente bajo el mando de Lenin. Recordaba que los primeros tropiezos en la economía soviética, había aparecido la Nueva Política Económica que devolvía libertad a los pequeños empresarios, con lo cual en mi ingenuidad pensé que nada comparable a los asesinatos masivos del estalinismo había sucedido entre 1917 y la llegada de Stalin al poder.
La lectura de Kravchenko (“Yo elegí la libertad”) me hizo ver que el hambre y la arbitrariedad fueron moneda corriente en la etapa de Lenin, así que me dispuse a estudiar ese período. Hay un par de obras magníficas de historiadores actuales pero, confieso, no había dedicado tiempo al asunto. Lo único que podía afirmar era que la historia de Papá Lenin el bueno, su hijo Trotsky el probo y su hijastro maldito, Stalin, era una caricatura de la realidad. Pero hasta ahí llegaba.
La lectura de los primeros capítulos de ”El libro negro del comunismo” me ha sacado de dudas sobre el siniestro papel de Lenin y Trotsky en la instauración del terror revolucionario.
Lo interesante del libro es que sus autores son de “centro-izquierda” y para nada intentan hacer una apología del viejo régimen zarista. Hablan desde la simpatía hacia el inicial proceso de democratización de Rusia lanzado a partir de principio de 1917 y deploran la rapidez con la que el Gobierno Provisional se debilitó y abrió el cauce a un grupo absolutamente minoritario y casi marginal de la política, comandado por Lenin.

Como explica Frederic Bastiat en “El Estado”, el Estado tiene dos manos, una ruda, la que expolia con impuestos al campesino y otra dulce, la que ofrenda bienes gratuitos: educación, salud, seguridad, promoción del trabajo, felicidad. Todas las revoluciones se basan en ocultar mano dura… todo el tiempo que sea posible, que normalmente es poco. Porque las promesas son grandes y los recursos, escasos.
“ Lenin propuso a mediados de febrero de 1918 un proyecto de decreto que incluso los miembros de este organismo juzgaron oportuno rechazar. El texto preparado por Lenin preveía que todos los campesinos fueran obligados a entregar sus excedentes a cambio de un recibo. En caso de no entrega en los plazos señalados, los transgresores serían fusilados” Es la ecuación de Bastiat: si prometes mano dulce (“Pan, paz y trabajo” era la consigna de 1917) necesitaras mano dura para obtener los recursos.
El resultado:
“ En julio-agosto, ciento diez insurrecciones campesinas, calificadas por el poder de “rebeliones kulaks” estallaron en las zonas controladas por el nuevo poder. El crédito del que habían disfrutado por un breve período los bolcheviques por no haberse opuesto en 1917 al reparto de tierras se vio aniquilado en unas pocas semanas. Durante tres años, la política de requisas iba a provocar miles de sublevaciones y de motines, que degeneraron en guerras campesinas reprimidas con la mayor violencia”.
- Cómo se ve el “terror rojo” no nació para luchar contra los “contrarrevolucionarios” sino para obligar a los campesinos a entregar su trigo para alimentar a los obreros urbanos.
- Los bolcheviques, supuestamente opuestos al “espontaneísmo de las masas” promovieron las acciones desesperadas de campesinos y obreros que asesinaron, robaron, torturaron a los “burgueses” durante los meses anárquicos de mediados de 1917. Este contacto con la “violencia de masas” determinaría un cambio de poder dentro del mismo partido. Los “teóricos”- intelectuales burgueses urbanos- fueron cediendo poder a los “prácticos” (soldados desmovilizados, campesinos, desocupados) bajo la batuta de Lenin y para horror de los cuadros del Partido.
-La toma del poder fue un golpe de estado militar, ejecutado por el Comité Militar revolucionario de Petrogrado, creado por Trotsky, entre otras cosas para evitar una sublevación espontánea de las masas.
- Hubo una rápida deriva hacia posiciones extremas cuyo objetivo era no solo liquidar las viejas instituciones “burguesas”, sino las del naciente poder soviético: liquidación de la libertad de prensa, captura de los Soviets- donde los bolcheviques eran minoría- centralización del poder, contra las demandas de autonomía de las nacionalidades…
- Militarización del partido: una vez en el poder se crea la Cheka, la cual acapara casi todos los recursos y cuadros: en unos meses pasó de 100 a 12,000 miembros
- La primera operación de la Cheka estuvo dirigida a los anarquistas: 20 fusilados de 520 ácratas que habían ocupado viviendas
- El triunfo de los moderados en las elecciones de renovación de los Soviets fue decisivo para radicalizar aun más las tendencias hegemónicas del partido bolchevique: decreto dando poderes a “comisarios” a requisar los productos alimenticios y la conformación de un cuerpo de campesinos pobres encargado de requisar los excedentes de los campesinos.
- La disolución de los soviets y la expulsión de mencheviques y socialistas moderados
- Represión de manifestaciones obreras opuestas a estas medidas
- Restablecimiento de la pena de muerte en junio de 1918, que había sido abolida en octubre del 17
Todo esto sucedió antes de la Guerra civil contra el Ejército Blanco, hecho que agravaría estas tendencias hacia la violencia aun más.

- La guerra civil , además de un enfrentamiento militar entre ejércitos rojo y blanco, fue sobre todo una guerra de retaguardia contra la población civil, en ambos bandos. Mientras los blancos asesinaban a 150000 judíos, los Rojos reprimían a campesinos reticentes a la requisa, obreros que pedían mas pan, opositores de izquierda (anarquistas, menches, socialistas revolucionarios)
- Hubo innumerables rebeliones y huelgas obreras, por motivos económicos y políticos (la represión a dirigentes no bolcheviques). La represión a las huelgas fue feroz: miles de obreros masacrados, y obreros que vencidos tenían que someterse a un régimen de superexplotación, sin posibilidad de protestar
- El arma eran las cartillas de racionamiento: a los obreros en huelga se recortaba el racionamiento y cedían por hambre
- El episodio de Astracan es significativo: huelga por reclamos económicos y protesta de la cárcel a dirigentes socialistas. Los soldados se niegan disparar a los obreros en huelga. La Cheka encarcela a cientos. Los ponen en botes y los hunden en el Volga con piedras atadas al cuello . En dos días se fusiló o ahogó a 4000 obreros huelguistas.
- Trotsky fue el autor material de la militarización de los obreros. Asimilaba el trabajo a la guerra y aquellos obreros que llegaban tarde o faltaban- dedicados a buscar pan- eran asimilados a los soldados desertores y tratados con absoluta dureza. Se militarizaron unas 2000 fabricas
- El manejo de las cartillas era clave : había 5 categorías sociales que recibían de más a menos cantidad de pan por mes. Pero el sistema se fue complicando hasta que funcionaron 33 categorías de ciudadanos. Con esa arma estimulaban o castigaban tal o cual categoría de ciudadanos. Lenin le escribió a Trotsky: “La ración de pan debe ser reducida para aquellos que no trabajan en el sector de transportes, hoy en día decisivo, y aumentada para los que trabajan en el mismo.¡Que millares de personas perezcan si en necesario, pero el país debe salvarse!”


2- Una de terror

La ejecución del “terror de masas” durante el periodo 1918/1923 en la Rusia soviética parece más el guión de una película de terror que un relato del nacimiento una gran revolución liberadora. Los detalles son estremecedores. Y en los detalles esta la realidad, no en las racionalizaciones teóricas de los pensadores y líderes políticos, como Lenin.
Bajo el imperio del Poder soviético se aplicaron las medidas más aberrantes , doblemente aberrantes porque se asesinaba en nombre de la Humanidad, se silenciaba en nombre de la Libertad, se explotaba a obreros y campesinos en nombre de la Igualdad.
Se puede analizar ese periodo desde innumerables perspectivas, desde la impronta ideológica (en qué parte de Marx basaban su furia asesina), desde el relato de las características personales de su Líder, desde el enfoque histórico, cultural, político. No sé desde donde enfocar el tema. Lo desarrollaré como un Guión cinematográfico.

. El Conflicto

Siempre uno supuso que el conflicto central, el drama de la Revolución Rusa fue entre lo nuevo y lo viejo, entre Revolución y Reacción, entre Soviets y Zar. Ese conflicto de base escondió muchos otros tan o más importantes que este.

. El conflicto Campo-ciudad, entre Estado soviético y campesinado
. El conflicto entre Bolcheviques y partidos de izquierda
. El conflicto entre participación democrática o centralismo
. El conflicto entre Estado y obreros
. El conflicto entre fines idealistas y medios violentos
. El conflicto entre el ala política del partido bolchevique y el ala militar policial

Como en una tragedia griega la casualidad o el destino fue resolviendo estos conflictos sistemáticamente por lado peor, el más dictatorial, el más violento, el más duro, el más inflexible. Cuando los bolcheviques “teóricos” se quejaron a Lenin por las tropelías de la Cheka, este les dijo “ser buen comunista es ser buen chekista”, cerrando el debate.

. Los protagonistas

. 80 millones de campesinos siempre explotados, olvidados en épocas del zarismo
. 10 millones de obreros
. Los partidos liberales burgueses
. La izquierda moderada, no bolche: mencheviques, socialistas revolucionarios, anarquistas
. El Partido Bolchevique
. El ejercito blanco
. El ejército o los ejércitos verdes: centenares de miles de campesinos alzados contra las requisas del gobierno soviético

. Los motivos

Cada actor tiene un motivo, un deseo central, una meta que quiere conseguir, un recurso que no quiere perder

. Los campesinos: repartir tierras de los latifundistas, obtener la propiedad privada de sus campos, evitar ser despojados de sus cosechas, mantener su estilo de vida independiente del poder urbano
. Los obreros: participación en los soviets, libertad sindical, mejora de sus salarios y condiciones laborales
. Los partidos liberales: modernización y democratización de Rusia, para asimilarla a los países europeos
. Los partidos de izquierda moderada: salir de la noche zarista, estado democrático con fuerte poder legislativo, libertades básicas, reforma agraria, libertad sindical, intervención del estado para disminuir las desigualdades
. Partido Bolchevique: ponerse a la cabeza de las movilizaciones de masas, toma del poder, eliminación de las formas de la democracia burguesa, estatización y control de la economía, rápida transición al socialismo
. El Ejercito Blanco: reposición de Zar en el poder, aplastamiento de la izquierda y de toda forma de democracia moderna
. El Ejercito Verde: defender a los campesinos de las requisas soviéticas y del poder zarista

3- Los Hechos

La Historia – como disciplina científica- no es la “interpretación de los hechos” sino la investigación y puesta a la luz de los hechos, en especial los ocultos. La Historia de la Revolución de Octubre y del Estado Soviético solo puede conocerse a partir de la exhumación de la infinita documentación secreta ocurrida con la caída de la URSS. Recién ahora se está en condiciones de relatar íntegramente, sin las brumas de la pura oposición al régimen ni los relatos “oficiales”, siempre negadores de los conflictos, errores, excesos y crueldades del Gobierno.
Un racconto de los hechos ahora exhumados debería señalar ,agrupados por tipo de conflicto y en orden cronológico, los siguientes, para el período 1917-1922:

a) El Conflicto campesino

“ El año 1917 es la etapa decisiva de una gran revolución agraria , del enfrentamiento entre el campesinado y los grandes propietarios por la apropiación de tierras, la realización tan esperada del “reparto negro” , un reparto de todas las tierras en función del número de bocas que había que alimentar en cada familia. Pero también es una etapa importante en el enfrentamiento entre el campesinado y el Estado, por el rechazo de toda tutela de poder de las ciudades sobre los campos- En esa área, 1917 es solo uno de los jalones de un ciclo de enfrentamientos que culminará en 1918-1922, y después en los años 1929-1933, concluyendo con la derrota total del mundo rural, quebrantado hasta las raíces por la colectivización forzosa de las tierras. (En “Estado contra su pueblo”, Nicolás Werth, en El Libro negro del comunismo)

- A la caída del Zar, las asambleas campesinas se reunieron y pidieron “que la tierra fuera de aquellos que las trabajaran”
- A finales de agosto del 17, decepcionados por que el Gobierno no cumplía las promesas de redistribución de tierras, comienzan violentos disturbios agrarios, con saqueo de moradas señoriales y asesinato de cientos de propietarios latifundistas y campesinos medianos (kulaks). Esta violencia incontrolable debilita hasta la extenuación al Gobierno Provisional y a los partidos de izquierda moderada (Mencheviques y Socialistas revolucionarios) con influencia entre los campesinos, en beneficio del minoritario y audaz partido Bolchevique
- Este conflicto agrario se desarrollaba a contrapelo de los bolcheviques. Mientras los campesinos exigían reparto de tierras en propiedad, acompañados por mencheviques y socialrevolucionarios, los bolcheviques planteaban la nacionalización de las tierras y explotación en grandes unidades colectivas.
- Producido el golpe de estado de octubre de 1917, los bolcheviques “que siempre habían impulsado la nacionalización de las tierras, debieron, en una relación de fuerzas que no les era favorable, retomar, “robar” el programa socialista-revolucionario y aprobar la redistribución de tierras (…) Obligados momentáneamente a “colaborar” con esta revolución campesina autónoma, que había facilitado tanto su llegada al poder, los bolcheviques iban a recuperar su programa diez años más tarde”(Ídem).
- Comienza la política de requisas de cereales. En noviembre destacamentos de tropa y cuadros políticos se desplazan a las provincias para “requisar los excedentes”, dando comienzo a la política de requisas que iba atizar en conflicto agrario durante tres años.
- “Para la elite urbana, para los revolucionarios profesionales los campesinos seguían siendo, como escribía Gorky, una masa de gente “medio salvaje” cuyos “instintos crueles” e “individualismo animal” debían ser sometidos a la “la razón organizada de la ciudad”(Ídem)
- En enero de 1918 Lenin propuso un proyecto de decreto que ordenaba la requisa a los campesinos a cambio de un recibo. Los que se negaran, serían fusilados. El proyecto fue rechazado. Mostraba la intención de fondo del máximo líder bolchevique.
- Cada vez estaba más claro para los bolchevique que la cuestión central del suministro de trigo solo podía ser zanjada por la fuerza: “Lo digo abiertamente: es una cuestión de guerra, solo obtendremos los cereales utilizando los fusiles “(Del Comisario de suministros). A lo que Trotsky agregó, “Nuestro partido está a favor de la guerra civil. La guerra civil es la lucha por el pan ¡viva la guerra civil!”
- En mayo y junio del 18 se decreta finalmente la requisa de alimentos y se organizan contingentes de campesinos pobres encargados de realizar el robo legal a los campesinos. Un ejercito de 80,000 hombres se dispuso a ejercer de forma brutal esa tarea. Estos grupos debían reemplazar los soviets de campesinos, fuertemente influenciados por los socialrevolucionarios.
- El efecto fue dramático. “La masa de campesinos medios se vio afectada y el descontento resultó general. Estallaron disturbios en varias regiones (…) una verdadera guerrilla adquirió forma desde junio de 1918. El julio-agosto ciento diez insurrecciones campesinas, calificadas por el poder como “rebeliones kulaks”- terminología bolchevique que se usaba para designar las revueltas de las que participaban aldeas enteras, con todas las categorías sociales confundidas- estallaron en las zonas controladas por el nuevo poder. El crédito que del que habían disfrutado los bolcheviques por no haberse opuesto en 1917 al reparto de tierras se vio aniquilado en algunas semanas. Durante tres años , la política de requisas iba a provocar millares de sublevaciones y de motines, que degeneraron en verdaderas guerras campesinas reprimidas con la mayor violencia.
- En agosto ya había un guerra civil : “Camaradas! La sublevación kulak en vuestros cinco distritos debe ser aplastada sin piedad. Los intereses de la revolución lo exigen, porque en todas partes se ha entablado la “lucha final” contra los kulaks. Es preciso dar un escarmiento. 1.Colgar (y digo colgar de manera que la gente lo vea) al menos a cien kulaks ricos y chupasangres conocidos.2. Publicar sus nombres.3.Apoderarse de su grano.4. Identificar a los rehenes como hemos indicado en nuestro telegrama de ayer. Haced esto de manera que en centenares de leguas a la redonda la gente vea, tiemble, sepa y se diga: matan y continuarán matando a los kulaks sedientos de sangre. Telegrafiad que habéis recibido y ejecutado esas instrucciones. Vuestro, Lenin
PS. Encontrad gente más dura.” “Hay que formar inmediatamente una troika dictatorial (usted mismo, Markin y otro) implantar el terror de masas, fusilar o deportar a los centenares de prostitutas que hacen beber a los soldados, a todos los antiguos oficiales, etc. No hay un minuto que perder. Se trata de actuar con resolución: requisas masivas, ejecución por llevar armas, deportaciones masivas de los mencheviques y otros elementos sospechosos.


En Izvetsia, Latsdism un dirigente de la Cheka escribe en agosto. “En la guerra civil no hay tribunales para el enemigo. Es una lucha a muerte. Si no matas rematan ¡por lo tanto mata, si no quieres que te maten” Otras publicaciones:
Pravda, 31 agosto 1918
Trabajadores, ha llegado la hora de aniquilar a la burguesía, de los contrario seréis aniquilados por ella. La ciudades deben ser implacablemente limpiadas de toda la putrefacción burguesa. Todos esos señores serán fichados y aquellos que representen un peligro para la causa revolucionaria, exterminados. (…)El himno de la clase obrera será un canto de odio y venganza!

Izvestia, 3 de septiembre, firmado por N. Petrovsky
Ya es hora de poner fin a toda esta blandura y a ese sentimentalismo. Todos los socialistas-revolucionarios de derechas deben ser inmediatamente detenidos. Hay que capturar un número considerable de rehenes entre la burguesía y oficiales. A la menor resistencia, hay que recurrir a las ejecuciones masivas.(…) Ninguna debilidad, ninguna duda puede ser tolerada en la realización del terror de masas.”
- Decreto “sobre el terror rojo”, 5 de septiembre 1918
…proteger la República soviética contra sus enemigos de clase aislando a éstos en campos de concentración, fusilar en el mismo lugar a todo individuo relacionado con organizaciones de guardias blancos, conjuras, insurrecciones o tumultos, publicar los nombres de los individuos fusilados dando las razones por las que fueron pasados por las armas

Circular interna de la Cheka, 17 septiembre
...acelerar los procedimientos y a terminar, es decir, a liquidar, los asuntos en suspenso

-Latsis, dirigente de la Cheka
(luego de afirmar que en el segundo trimestre de 1918 la Cheka había ejecutado a cuatro mil quinientas personas) Si se puede acusar a la Cheka de algo no es de exceso de celo en las ejecuciones, sino de insuficiencia en la aplicación de medidas de castigo
- “ Fuera cual fuere el número exacto de víctimas del terror rojo del otoño de 1918 solamente el recuento de las ejecuciones de las que informó la prensa nos sugiere que no podía ser inferior a diez o quince mil-, este terror consagró definitivamente la práctica bolchevique de tratar cualquier forma de contestación real o potencial en el marco de una guerra civil, sin misericordia, según la expresión de Latsis, de acuerdo con “sus propias leyes”.(Idem)

b) El Conflicto Estado soviético- Clase obrera

“ De todos los episodios de represión, uno de los más cuidadosamente ocultados por el nuevo régimen fue la violencia ejercida contra el mundo obrero, en nombre del cual los bolcheviques habían tomado el poder”
La clase obrera (“la clase”, para los militantes marxistas) debería haber sido la niña mimada de la Revolución socialista en Rusia. Medio siglo de marxismo pontificando sobre el rol histórico de la clase obrera como herramienta de liberación y construcción de una humanidad feliz bajo el socialismo hacían suponer que, a diferencia de los campesinos, los obreros rusos serían los grandes beneficiarios de la Revolución.
Nada más alejado de la verdad.
Los bolcheviques eran absolutamente minoritarios en los Soviets obreros: los obreros eran los protagonistas, pero el problema es que no eran bolcheviques: mencheviques, socialrevolucionarios y anarquistas acaparaban el apoyo proletario. Pecado.
Las medidas más claras fueron decididamente “antiobreras”:
-         Militarización del la clase obrera a instancias de Trostzky (recordemos, el “bueno” de la historia ,para muchos marxistas) , lo cual significaba penas de fusilamiento a los que desertaran del trabajo, alentaran protestas o pusieran resistencia a las medidas de “explotación del trabajo” que alentaba el poder soviético para incrementar la producción
-         Represión de huelgas: fusilamiento, despido, confinamiento, etc.
-         Disolución de los Soviets obreros- al perder las elecciones frente a mencheviques y socialrevolucionarios-.
-         Manipulación de la entrega de alimentos requisados a los campesinos

Veamos los hechos:

-         En la primavera de 1918 la dictadura se endurece: cierre de la prensa no bolchevique, disolución de los soviets no bolcheviques, arresto de opositores y represión a los movimientos de huelga.
-         De Dzerzhinsky (Jefe de la Cheka)  a su enviado Tver a Eiduk: “Los obreros, influidos por los mencheviques, los eseristas y otros cerdos contrarrevolucionarios, se han declarado en huelga y se han manifestado a favor de la constitución de un Gobierno que reúna a todos los “socialistas”. Debes fijar por toda la ciudad una proclama indicando que la Cheka ejecutará sobre el terreno a todo bandido, ladrón, especulador y contrarrevolucionario que conspire contra el poder soviético. (…) Me preguntas con qué elementos hay que formar nuestra Cheka local. Echa mano a gente resuelta que sepa que no hay nada más eficaz que una bala para hacer callar a alguien”
-         La disolución de los soviets controlados por opositores generó manifestaciones y disturbios. En Kolpino los obreros se quejaban de la disminución de su ración  a un kilo por mes: 10 muertos. Ese mismo día, en Ekaterimburgo hubo quince muertos. Protestaban porque los comisarios bolchevique se habían apropiado de las mejores casas y de los impuestos de la burguesía local. Entre mayo y junio de 1918 “numerosas manifestaciones obreras fueron reprimidas con sangre en Sormovo, Yaroslav y Tula, así como en las ciudades industriales de los Urales, Taguil, Beloretsk, Zlatus y Ekaterimburgo”. Los obreros llamaban a la Cheka, “la nueva Orjana”(la policía política zarista)
-         La Cheka se afirma como poder independiente, por encima de los Soviets y del partido. Declaró en junio de 1918 “ que asumía en todo el territorio de la república el peso de la lucha contra la contrarrevolución, en su condición de órgano supremo del poder administrativo de la Rusia soviética”. Se reinstala la pena de muerte, abolida en 1917
-         En mayo junio de 1918 solo en Petrogrado hubo setenta huelgas, mitines, manifestaciones, en especial en fabricas metalúrgicas. Se las cerró.
-         A raíz del asesinato de un dirigente bolchevique se desató una ola de 800 arrestos y los obreros declaran una huelga general el 2 de julio de 1918
-         Lenin insta a establecer el terror de masas: “ impulsamos el terror de masas en las resoluciones del soviet, pero cuando se trata de actuar, obstruimos la iniciativa absolutamente correcta de las masas.¡es inadmisible! Los terroristas van a considerar que somos unos locos blandengues. La hora es extremadamente marcial. Resulta indispensable estimular la energía y el carácter de masas del terror dirigido contra los contrarrevolucionarios. Saludos. Lenin”
-         “En marzo de 1919 la asamblea general de las fábricas Putilov, en presencia de diez mil participantes, adoptó una proclama que condenaba solemnemente a los bolcheviques: “Este Gobierno es sólo la dictadura del Comité central del Partido Comunista, que gobierna con la Cheka y de los tribunales revolucionarios.”
-         “La proclama exigía el paso de todos el poder a los soviets, la libertad de elecciones en los soviets y en los comités de fábrica, la supresión de las limitaciones sobre las cantidades de alimentos que los obreros estaban autorizados a desde el campo hasta Petrogrado y la liberación de todos los prisioneros políticos ´de los auténticos partidos revolucionarios ´” Una proclama a la vez muy poco zarista y muy poco bolchevique.
-         Que hizo el Gobierno?:”El 16 de marzo los destacamentos de la Cheka tomaron por asalto la fábrica Putilov, defendida con armas en la mano. Alrededor de novecientos obreros fueron detenidos. En el curso de los días siguientes, cerca de doscientos huelguistas fueron ejecutados sin juicio.”
-         En la primavera de 1919 hubo huelgas duramente reprimidas en Tula, Sormovo, Tver, Ivanovo-Vozsnessenk, Astracán y otras. En todos los casos la consigna era la misma: aumentar la ración de trigo equiparándola a la de los soldados del Ejército Rojo: una cuestión de mera supervivencia
-         En Tula hubo un importante movimiento huelguístico, que terminó con 800 obreros despedidos. Los obreros se rindieron por hambre. “Solo” hubo 26 fusilados.
-         En Astracán una masiva huelga no fue reprimida por el Ejército ya que los soldados se negaron a disparar, se unieron a los huelguistas y asaltaron la sede del Partido, matando a varios militantes.
-         El jefe del comité militar, Kirov, ordenó el “exterminio sin piedad”: se embarcó a los detenidos en barcazas que fueron hundidas en el Volga. Cada uno llevaba atada una piedra al cuello. En dos días se fusiló y ahogó a cerca de 4,000 obreros huelguistas.
-         Luego, con la ciudad “liberada” la represión se dirigió a los “burgueses”: mil muertos más.
-         “ La matanza de Astracán se revela hoy en día, a la luz de los documentos disponibles procedentes de los archivos, según su verdadera naturaleza: la mayor matanza de obreros realizada por el poder soviético, antes de la de Kronstadt”
-         La militarización de la clase obrera. El gran aporte de Trotsky a la Revolución fue su idea de militarizar a la clase obrera. Lejos del discurso obrerista del marxismo teórico, el marxismo real, a través de Trotsky proponía la  justificación de esta aberración .  Sintetiza el Libro Negro su teoría: “ El hombre está inclinado de manera natural hacia la pereza. Bajo el Capitalismo , los obreros deben buscar trabajo para sobrevivir. Es el mercado capitalista el que aguijonea al trabajador. Bajo el socialismo ´La utilización de los recursos del trabajo reemplaza al mercado ´. El Estado tiene, por lo tanto, la tarea de orientar , de destinar y de encuadrar al trabajador, que debe obedecer como un soldado al Estado obrero, defensor de los intereses del proletariado. (…) Significa la prohibición de huelgas – asimiladas a una deserción en tiempos de guerra, el refuerzo de la disciplina de los poderes de dirección, la subordinación completa de los sindicatos y de los comités de fábrica, cuyo papel se limitaba además a poner en funcionamiento la política productivista, la prohibición de los obreros de abandonar su puesto de trabajo, la sanción del ausentismo y de los retrasos, muy numerosos en aquella época en que los obreros estaban buscando , siempre de manera problemática, alimentos”
-          La respuesta a la militarización fue el aumento de las huelgas. El 77% de las grandes y medianas industrias fueron afectadas por huelgas en el primer semestre de 1920.
-         Hubo penas de fusilamiento o confinamiento en campos de concentración, en cumplimiento de la orden de Lenin que decía. “ Me han informado que existe sabotaje manifiesto por parte de los ferroviarios…Se me dice que los obreros de Izhevsk están también en el golpe. Estoy sorprendido de que os acomodéis a ello y no procedáis a ejecuciones masivas por sabotaje”
-         En Tula- en su fabrica de armamento- los obreros se negaron a hacer horas extras y trabajar los domingos, único día en el que podían conseguir alimento de los campos circundantes. “Mientras la huelga se extendía y los arrestos de “agitadores” se multiplicaban, un nuevo hecho vino a turbar el desarrollo habitual que tomaba el asunto: por centenares, después por millares, obreras y simples artesanas se presentaron en la Cheka solicitando también ser detenidas. El movimiento se amplió, exigiendo los obreros, a su vez, ser detenidos en masa a fin de convertir en absurda tesis de la “conspiración polaca”. Fueron encarceladas 10,000 personas, pero a la postre se dictaron penas leves, dada la escasez de mano de obra calificada.
-         “Al descontento suscitado en el mundo del trabajo por la militarización se añadían las dificultades de la vida cotidiana”. Había crisis de suministro y el hambre se extendía entre los obreros, agotándolos y haciéndolos poco productivos. Los salarios promedio de  10,000 rublos al mes solo alcanzaban para comprar 2 kilos de carne por mes o 12 litros de leche en el mercado libre. Además de estos suministros existía un racionamiento que daba derecho a 250 gramos de pan por día, medio kilo de azúcar por mes, dos kilos de arenque…Y estas raciones no se repartían igualitariamente, sino en función de la “categoría” en que estaba incluido el trabajador (¿igualdad?). Había “raciones de clase” decrecientes: 33 categorías según una jerarquía que favorecía a los trabajadores de ramas estratégicas de la producción : “ La ración de pan debe ser reducida para aquellos que no trabajan en el sector de los transportes, hoy en día decisivo, y aumentada para los que trabajan en el mismo.¡Que millares de personas perezcan si es necesario, pero el país debe salvarse!”(Carta de Lenin a Trotsky)
-         El punto más alto de la protesta se desencadenó en marzo de 1921, en Kronstadt: el motín de los marinos de dos acorazados, acompañado por las huelgas obreras. La reivindicaciones de los amotinados eran: “Reelección de los soviets por sufragio secreto después de debates y de elecciones libres; libertad de palabra y de prensa; igualdad de racionamiento para todos y liberación de los detenidos políticos miembros de los partidos socialistas, de todos los obreros, campesinos, soldados y marinos detenidos en razón de sus actividades en los movimientos obrero y campesino; creación de una comisión encargada de examinar los casos de todos los detenidos en prisiones y en los campos de concentración; supresión de las requisas; abolición de los destacamentos especiales de la Cheka; libertad absoluta para los campesinos de `hacer lo que deseen con su tierra y criar su propio ganado, a condición que se las arreglen con sus propios medios´”
-         Como se puede observar, se trata de reivindicaciones propias de un movimiento socialista popular, no de las de “eseristas-cien negros” como las calificaba el Poder, no de la “reacción zarista”. Las reivindicaciones apuntaban a demoler de hecho la lógica del poder bolchevique: elecciones libres en los Soviets- donde los leninistas eran minoría- , eliminación de la apropiación forzosa de suministros a los campesinos y su escandaloso reparto desigual a los obreros, en un marco de libertad de prensa. Ese era el crimen: apuntaban a desenmascarar a aquellos que habían tomado por asalto el movimiento popular de 1917, convirtiéndolo en una cruel dictadura.
-         El 1 de marzo se constituye un comité revolucionario provisional en Kronstadt, apoyado por toda población, como reconoce la Cheka: “ El comité revolucionario de Kronstadt espera de un día a otro una sublevación general en Petrogrado. Se ha establecido contacto entre los amotinados y un gran número de fábricas (..) Hoy durante un mitin en la fábrica los obreros han votado una resolución en la que se llamaba  a unirse a la insurrección”.
-         El 7 de marzo comienza la represión, encarcelando a miles de obreros desarmados para rodear a los marinos amotinados. Se usa a jóvenes reclutas para disparar contra el pueblo- ya que los veteranos se hubieran negado-. El baño de sangre cuesta miles de vidas de ambos bandos. Centenares de amotinados fueron fusilados en el acto. Los documentos hablan de 2.103 fusilados y 6459 condenas a campos de concentración. Un grupo de ocho mil escaparon a Finlandia, pero regresaron a Rusia en 1922 bajo promesas falsas de amnistía. Fueron enviados a los  campos de concentración de Jolmogory y Solovy, donde casi todos murieron. La forma típica de deshacerse de prisioneros era allí arrojándolos al río con una piedra al cuello y los brazos atados.

c) El conflicto entre el Estado Soviético y las libertades democráticas

1917 fue el amanecer del espíritu democrático en la vieja Rusia. Entre liberales y socialistas se llegó a un precario acuerdo: “Por un lado estaba el Gobierno Provisional, un poder preocupado por el orden, cuya lógica era el parlamentarismo, y cuyo objetivo era el de una Rusia capitalista, moderna y liberal, resueltamente anclado en sus aliados franceses y británicos. Por el otro, se hallaba el poder del Soviet de Petrogrado, que un puñado de militantes socialistas acababa de constituir y que pretendía ser(…) una representación más directa  y más revolucionaria de las ´masas´ .”
El espíritu democrático , asentado en lo mejor de la tradición iniciada en la Revolución Francesa dictó las medidas del Gobierno Provisional: libertades fundamentales, supresión de toda discriminación de casta, de raza o de religión, autodeterminación para Polonia y Finlandia, autonomía a las minorías nacionales. Pero su carácter provisional le hizo postergar medidas estructurales relacionadas a la paz y al problema de la tierra.
Por fuera de la inactividad del gobierno, Rusia bullía, en un motín permanente, el llamado mitingovanie: obreros , campesinos, soldados, desertores, amas de casa, cosacos: todos se organizaban, discutían, y cada día más , la violencia aparecía, rabiosa. La radicalización crecía: los soldados elegían a sus oficiales, decidían sobre estrategias militares, los obreros exigían el “control obrero” de la producción, todo en una formidable explosión de libertad sin límites.
“En el vacío institucional del otoño de 1917, en que toda autoridad estatal había desaparecido para ceder su lugar a una pléyade de comités, soviets y otros grupúsculos , bastaba con que un núcleo bien organizado y decidido actuara con determinación para que ejerciera de manera inmediata una autoridad desproporcionada a su fuerza real. Eso es lo que hizo el partido bolchevique. Desde su fundación en 1903, este partido se había separado de las otras corrientes de la socialdemocracia, tanto rusa como europea, fundamentalmente por su estrategia voluntarista de ruptura radical con el orden existente y por su concepción de partido fuertemente estructurado, disciplinado, elitista y eficaz, vanguardia de revolucionarios profesionales, situada en las antípodas del gran partido de unión, ampliamente abierto a simpatizantes de tendencias diferentes, tal como lo concebían los mencheviques y los socialdemócratas europeos en general”

-         Ya en marzo de 1917 Lenin exigía la ruptura entre el Soviet de Petrogrado y el Gobierno provisional bajo el argumento de que la aparición de los soviets indicaba que la fase “burguesa” de la Revolución había sido superada, que era la hora de la insurrección. Sus ideas de ruptura inmediata eran rechazadas por los dirigentes bolcheviques, pero aceptadas por una nueva camada de comunistas , de origen “plebeyo”, campesinos, soldados, listos para “tomar las armas” y ejercer inmediata violencia sobre los burgueses, sin respetar la “fase burguesa” de la Revolución.
-         Producido el golpe se Estado, rápidamente se legisló en contra de los llamados “enemigos del pueblo” y los “sospechosos”: categorías inexistentes hasta ese momento en el Código penal ruso, las cuales serían las primeras de una larga serie de nuevas normas soviéticas. Un decreto firmado por Lenin puso fuera de la ley a los miembros del partido constitucional-demócrata. Por el mismo decreto se abolían todas las leyes que “entraran en contradicción con los decretos del Gobierno obrero y campesino, así como los programas políticos de los partidos social-demócrata y socialista-revolucionario”
-         “El 6 de enero de 1918 marcó una etapa importante en el reforzamiento de la dictadura bolchevique. Por la mañana temprano la asamblea constituyente, elegida en noviembre-diciembre de 1917, y en la que los bolcheviques estaban en minoría, puesto que no disponían de más que de 175 diputados sobre un total de 775, fue dispersada por la fuerza, después de haber celebrado sus sesiones durante un día tan solo”
-         Durante la primavera de 1918 aun subsistían los soviets como lugares de libre debate, los periódicos de la oposición continuaban existiendo y había una activa vida política. Los mencheviques y los social-revolucionarios triunfaron en 19 de las 30 capitales de provincia. Fue en ese momento en que se produjo “la clausura definitiva de todos los periódicos no bolchevique, la disolución de los soviets no bolcheviques, el arresto de los opositores y la represión brutal de numerosos movimientos de huelga. En mayo-junio de 1918,  205 periódicos de la oposición socialista fueron definitivamente cerrados. Los soviets de mayoría menchevique o socialista revolucionaria (…) fueron disueltos por la fuerza (…) El escenario era idéntico en todas partes: algunos días después de las elecciones en las que obtuvieron la victoria los partidos de la oposición, la fracción bolchevique recurría a la ayuda de la fuerza armada, generalmente un destacamento de la Cheka que decretaba la ley marcial y detenía a los opositores”
-         La fracción de izquierda de los social revolucionarios continuó como aliada de los bolcheviques hasta principios de 1919. Pero, su dirigente, María Spiridonova se atrevió a condenar los métodos de la Cheka. Fue detenida y enviada a un “sanatorio, dado su estado histérico”, el primero de una larga serie de disidentes confinados en hospitales psiquiátricos. La disidencia era una forma de “locura”
-         Entre 1919 y 1920 se desmantelaron 103 organizaciones  socialistas revolucionarias de izquierda y encarcelado a 1875 militantes. Declaró Dzerhinsky: “De ahora en adelante, la Cheka no distinguirá entre los guardias blancos del tipo de Krasnov (zaristas) y los guardias blancos del campo socialista…Los eseristas y los mencheviques serán considerados como rehenes y su suerte dependerá del comportamiento político de su partido”. Entre dos fuegos, los mencheviques y los eseristas no supieron como enfrentar el  poder de los bolcheviques, a pesar de ser mayoría en casi todos los soviets.
-         La represión no solo se ejerció contra los militantes de partidos de la oposición sino contra los intelectuales y las organizaciones de la sociedad civil, incluyendo a la Iglesia Ortodoxa.
-         “En junio de 1921 agrónomos, economistas y universitarios constituyeron , en el seno de la sociedad moscovita de agricultura, un comité social de lucha contra el hambre (…) Gracias a la intercesión de Maximo Gorky, muy introducido en los medios dirigentes bolcheviques, una delegación del comité, que Lenin se habia negado a recibir, obtuvo a mediados de julio de 1921 una audiencia con Lev Kamenev. Despues de esa entrevista, Lenin, siempre desconfiado de la “sensiblería” de algunos dirigentes bolcheviques, envió una nota a sus colegas del Buró político: ”Impedir rigurosamente que Kuskova [una periodista cercana a Gorky] pueda molestar. Aceptamos de Kuskova el nombre, la firma, un vagón o dos de parte de aquellos que experimentan simpatía por ella. Nada más”
-         “Finalmente los miembros del comité llagaron a convencer a bastantes dirigentes de su utilidad. Representantes en su mayoría de la ciencia, la literatura y la cultura rusa, conocidos en Occidente (…) tenían numerosos contactos entre los intelectuales del mundo entero y podían convertirse en garantes de una justa distribución entre los hambrientos de una eventual ayuda internacional. Estaban dispuestos a prestar su garantía, pero exigían que se otorgara al comité de ayuda un reconocimiento oficial”.
-         Al fin se decidió legalizar el comité con derecho a procurarse en Rusia y en el extranjero “víveres, forraje, medicamentos, a repartir las ayudas entre la población necesitada, a recurrir a transportes excepcionales para llevar sus entregas, organizar los repartos populares de sopa, a crear secciones y comités locales, a comunicarse libremente con los organismos y los apoderados que hayan designado en el extranjero e incluso a debatir medidas adoptadas por las autoridades centrales y locales(…) En ningún momento de la historia soviética se otorgó tales derechos a una organización social”.Era lo que actualmente se conoce como una ONG: una institución de la sociedad civil complementaria al Estado en un tema específico, en este caso, paliar el hambre.
-         El Comité estableció contacto con la Iglesia, cuyo Patriarca Tijon apoyó calurosamente la iniciativa: “Con el acuerdo de los fieles , podéis utilizar los tesoros de las iglesias que no tengan valor sacramental para socorrer a los hambrientos- escribió el Patriarca- tales como los anillos, las cadenas y los brazaletes, y los ornamentos que adornan los santos iconos, etc.”
-         Tomó contacto, además, con la Cruz Roja, los cuáqueros y la American Relief Asociation, que comprometieron su ayuda
-         Pero esta “primavera” solo duró cinco semanas: el 27 de agosto de 1921 el Comité fue disuelto: “Propongo hoy mismo, escribió Lenin, disolver el Comité…detener a Prokopovich por intenciones sediciosas(…) y mantenerlo tres meses en prisión (…) Expulsar de Moscú inmediatamente, hoy mismo, a los otros miembros del Comité, enviarlos por separado unos de otros, a capitales de distrito, si es posible fuera de la red ferroviaria, y en residencia vigilada (…)Publicaremos mañana un comunicado breve y seco en cinco líneas: Comité disuelto por negarse a trabajar. Dar a los periódicos la directiva de comenzar desde mañana a cubrir de injurias a la gente del Comité. Hijos de papá, guardias blancos, dispuestos a ir de viaje al extranjero, pero mucho menos a viajar por provincias, ridiculizarlos por todos los medios y hablar mal de ellos al menos una vez por semana durante dos meses”. Así manipulaba el Poder soviético la comunicación social, con precisas instrucciones de contenido y periodicidad.
-         La prensa no perdió tiempo: “No se juega con el hambre”(Pravda), “Especulaban con el hambre”(Komunisticheski Trud), “El comité de ayuda… a la contrarrevolución “ (Izvestia).
-         El segundo de la Cheka declaró a un visitante extranjero: “ dice usted que el comité no ha cometido ningún acto desleal. Es cierto, pero ha aparecido como un polo de atracción para la sociedad. Y eso no lo podemos consentir”

Otro frente referido a la libertades civiles fue en conflicto con la Iglesia.
-         En febrero de 1918 el régimen decretó la separación entre Iglesia y Estado. Se desató un conflicto que incluyó provocaciones- como exhumar relicarios, organizar “carnavales antirreligiosos” durante Semana Santa.
-         En febrero de 1922 se publicó un decreto ordenando la  “confiscación inmediata en las iglesias de todos los objetos preciosos de oro y plata”. Diría Lenin: “Con tanta gente hambrienta que se alimenta de carne humana, con los caminos congestionadas de centenares y millares de cadáveres, ahora y solamente ahora podemos confiscar los bienes de la Iglesia con una energía feroz y despiadada.(…) Podemos así proporcionarnos un tesoro de varios centenares de millones de rublos oro(…) Sin ese tesoro, ninguna actividad estatal en general, ninguna realización económica en particular, y ninguna defensa de nuestras posiciones es posible (…) El proceso de los rebeldes debe ser llevado de la manera más rápido posible, con la única meta de ejecutar, mediante fusilamiento, a un número muy importante de los Cien Negros y de otros centros clericales…cuando más elevado sea el número de representantes del clero reaccionario y de la burguesía reaccionaria pasados por las armas, mejor será para nosotros. Debemos dar inmediatamente una lección a esas gentes de tal manera  que no sueñen ya en ninguna resistencia durante décadas” No se equivocaba Lenin: el experimento soviético iba a durar siete décadas más.
-         El saldo: 2.691 sacerdotes, 1.962 monjes y 3.447 monjas fueron asesinados en 1922

d) Una nueva legalidad

El terror de hecho, instalado al calor de los acontecimientos necesitaba de cierta base legal para justificarlo. Por eso Lenin se encargó de establecer un nuevo Código Penal, al cual dedicó mucho tiempo.
“ En mi opinión- escribió Lenin- hay que ampliar el campo de aplicación de la pena de muerte a toda clase de actividades de los mencheviques, socialistas-revolucionarios, etc. Encontrar una nueva pena , que sería la expulsión al extranjero. Y poner a punto una fórmula que vincule estas actividades con la burguesía internacional.(…) Camarada Kursky, quiero añadir a mi conversación este borrador de un párrafo complementario para el código penal (…)Creo que lo esencial está claro. Hay que plantear abiertamente el principio justo políticamente- y no solo en términos estrechamente jurídicos- que motiva la esencia y la justificación del terror, su necesidad y sus límites. El tribunal no debe suprimir el terror, decirlo sería mentirse o mentir; sino fundamentarlo, legalizarlo en los principios, claramente, sin disimular ni maquillar la verdad. La formulación debe ser lo más abierta posible, porque solo la conciencia legal revolucionaria y la conciencia revolucionaria crean las condiciones de aplicación táctica” O sea, carta blanca para ordenar cualquier tipo de pena extrema a los opositores, los sospechosos, los “posibles enemigos”…
Así se definió el crimen revolucionario, a “todo acto que pretendiera abatir o debilitar el poder de los soviets obreros y campesinos establecido por la revolución proletaria” y “todo acto que contribuyera a ayudar a la parte de la burguesía internacional que no reconoce la igualdad de derechos del sistema comunista de propiedad que sucede al sistema capitalista, y que se esfuerza en derribarlo por la fuerza, la intervención militar, el bloqueo, el espionaje o la financiación de la prensa y otros medios similares”.
 Así se penaba con fusilamiento no solo la “acción concreta” (motines, sabotaje, etc.) sino la participación o concurso prestado a la “burguesía internacional”.
La nueva pena de destierro se aplicó a unos doscientos intelectuales sospechados de oposición, entre ellos todos los integrantes del Comité de lucha contra el hambre. Lenin aconsejaba estudiar el pasado político, los trabajos y la actividad literaria de profesores y escritores, a fin de justificar su expulsión. Espionaje a cargo de la inteligencia del Estado. La acción sobre los intelectuales cobró importancia esencial. Escribió Lenin: “Las informaciones sobre todos estos señores deben proceder de nuestros departamentos y sintetizadas por el departamento “Intelligentsia”. Debemos contar con un expediente de cada intelectual. (…) Hay que tener siempre en mente que el objetivo de nuestro departamento no es solo expulsar o detener individuos, sino también contribuir a la elaboración de la línea política general en relación con los especialistas: vigilarlos estrechamente, dividirlos, pero también promover a aquellos que estén dispuestos , no solamente de palabra, sino también de obra, a ayudar al poder soviético”
Lenin escribió un largo memorandum a Stalin con una puntillosa lista de intelectuales, mencheviques, eseristas, etc. a los que era necesario expulsar: Peshejonov, Miakotin, Gornfeld, Petrishev, Potressov, Izoyev, Ozerov, Rozanov, Vigdorchik, Radchenko. “Limpiaremos Rusia de una vez por todas”


Stalinismo


Es notable la manipulación histórica que hemos sufrido, tendiente a minimizar los crímenes del Comunismo y a magnificar los de Occidente. La horrorosa guerra de Vietnam, con su millón de muertos no se olvida. La no menos horrorosa invasión de la URSS a Afganistán – con su correspondiente millón de muertos- está sepultada en la memoria colectiva, en zona de olvido permanente. Fidel Castro, por ejemplo, aplaudió aquella cacería, pero nadie -aun en el mundo islámico- se lo recuerda.


Nadie menta la abominable carnicería encabezada por el Presidente Mao (una cifra que ronda entre los cuarenta y lo sesenta millones de muertos) o la locura de los Khmer, con sus dos millones de muertos camboyanos.
Pero los “crímenes de Stalin” denunciados por Kruschev en 1956- en un informe que permaneció secreto algunos años- son tan públicos que nadie, aun en la izquierda dura, se atreve a negarlos. Porque en vez del Imperialismo, la CIA y la prensa occidental, los que desenmascararon ese holocausto fueron los propios líderes soviéticos, incapaces ya de seguir ocultando los cadáveres en el ropero.
Un breve resumen de los crímenes de Josep Stalin incluye:

- El holocausto ucraniano de 1932. Holodomor (en ucraniano: Голодомор, 'matar de hambre'), también llamado Genocidio Ucraniano u Holocausto Ucraniano, es el nombre atribuido a la hambruna provocada que asoló el territorio de la República Socialista Soviética de Ucrania, durante los años de 1932-1933, en la cual perecieron millones de personas (Wilkipedia).
Se calcula entre 7 y 8 millones de muertos, más que la Shoá hitleriana.

- Los Procesos de Moscú,1937-38, en los que Stalin liquidó la vieja guardia leninista. Según las propios archivos soviéticos, mientras que en 1936 hubo 1.118 penas de muerte por “delitos contrarrevolucionarios”, en 1937 alcanzaron los 353.074 y 328.618 al año siguiente (unos mil asesinados por día). En total, de 1921 a 1953 hubo 799.455 ejecutados por razones políticas.

- Las decenas de millones de personas recluidas en el Gulag- trabajando durante años como esclavos y muriendo de frío y hambre por millones. Un cálculo estima en cerca de 20 millones los que perecieron en ese infierno.

- Deportaciones masivas a determinadas etnias “peligrosas”: alemanes del Volga, chechenos, etc. Hasta 78.000 chechenos pudieron haber muerto en el transporte. Hacia 1949 habían muerto la mitad de los tártaros de Crimea. Las cifras de deportados son enormes: 428.000 de la Polonia Oriental, más 96.000 prisioneros; 160.000 de los países bálticos; 1.200.000 alemanes soviéticos; 90.000 calmucos; 70.000 karachevos; 390.000 chechenos; 90.000 inghusos; 40.000 balcaros; 180.000 tártaros de Crimea, 9.000 finlandeses, etc. (fuente, Blog Historias)


- Fusilamiento a los soldados soviéticos capturados por los nazis por “traición a la Patria” (cerca de un millón)

- La instalación de un gigantesco sistema de mano de obra esclava- el GULAG- que abarcaba el 10% de la totalidad de la masa trabajadora soviética.

 

Hambre soviético




Entre 1929 y 1933 , seis millones de personas murieron de hambre en la Rusia Soviética: principalmente en Ucrania, pero también en tierras cosacas y en Kazajtán.
Esta tragedia – fríamente planificada por Stalin- fue ocultada durante décadas. El pensamiento progresista europeo no podía siquiera asumir en parte que ese genocidio existió. Su inmensidad era tan extrema, que simplemente se lo negó. El dirigente radical francés Edouard Herriot fue invitado a Ucrania en 1933 y señaló que allí “no había más que huertos de koljozes admirablemente irrigados y cultivados y cosechas decididamente admirables”… Más fácil es negar la realidad que intentar explicarla.
En cambio, Mijail Shólojov, el escritor ruso de “El Don apacible” supo de la tragedia y escribió una carta a Stalin, en la ingenua creencia que “el líder” no estaba enterado de esos crímenes y que, por el contrario actuaría con toda prontitud para terminar con esa vergüenza. Esta es su carta, con fecha 4 de abril de 1933:

“ Camarada Stalin:
El distrito de Veshenski, como muchos otros distritos del norte del Caucaso, no ha cumplido el plan de entrega de cereales no por culpa de algún “sabotaje kulak”, sino por culpa de la mala dirección local del partido.
En el mes de diciembre pasado, el comité regional del partido envió para “acelerar” la campaña de recogida  a un “plenipotenciario”, el camarada Ovchinnikov. Este último adoptó las medidas siguientes: 1) requisar todos los cereales disponibles, incluido el “anticipo” entregado por la dirección de los koljozes a los koljozianos para simiente de la cosecha futura,2) repartir por hogares las entregas debidas al Estado por cada koljós. ¿Cuáles han sido los resultados de estas medidas? Cuando comenzaron las requisas, los campesinos se pusieron a ocultar y a enterrar el trigo. Ahora, algunas palabras sobre los resultados numéricos de todas esas requisas. Cereales “encontrados”:5930 quintales…Y ahora algunos de esos métodos empleados para obtener esas 590 toneladas, de las que una parte llevaba enterrada…¡desde 1918!
El método del frío…Se desnuda al koljoziano y se le pone “al fresco”, completamente desnudo en un hangar. A menudo se ponía “al fresco” a los koljozianos por brigadas enteras.
El método del calor. Se rocían los pies y las faldas de las koljozianas con kerosen y se las prende fuego. Después se apaga y se vuelve a empezar…
En el koljós Napolovski, un tal Plotkin, “plenipotenciario” del comité de distrito, obligaba a los koljozianos interrogados a tenderse sobre una placa calentada al rojo vivo, después los “descalentaba” encerrándolos desnudos en un hangar.
En el koljós Lebyazhenski se situaba a los koljozianos a los largo de un muro y se simulaba una ejecución.
Podría multiplicar hasta el infinito este tipo de ejemplos. No se trata de “abusos”, no, ese es el método corriente de recogida del trigo…
Si le parece que mi carta es digna de exigir la atención del Comité central, envíe aquí a verdaderos comunistas que tendrán el valor de desenmascarar a todos aquellos que han asestado un golpe mortal a la construcción koljoziana en ese distrito…Usted es nuestra única esperanza. Suyo, Mijaíl Shójolov”

La “única esperanza” contestó fríamente, en lo que constituye un modelo de respuesta “ a la crítica de los amigos”, aplicado desde entonces por todos los dictadores, desde Eichmann a Videla, desde Castro hasta Ahmadineyad.

“Querido camarada Shójolov:
He recibidos sus dos cartas. La ayuda que me pide ha sido concedida. He enviado al camarada Shkiryatov para que desenrede los asuntos de los que me habla
[ Increíble pieza retórica: “desenredar los asuntos”, o sea “terminar con el robo y la tortura” se trasforma en un problema burocrático, en “desenredar” algo que está complicado, en poner orden, para seguir matando sin tanta alharaca. Otra: nunca usar palabras autoacusadoras, nunca habrá crímenes, o torturas: solo excesos o “problemas”]
Le ruego que le ayude. Ya está.[ Genial!, “ya está”, todo aclarado, ahora paso a bajarle línea, mi querido “humanitarista”]
Sin embargo, camarada Shójolov, eso no es todo lo que deseaba decirle. En realidad, sus cartas proporcionan una visión que yo calificaría de no objetiva, y a ese respecto, desearía escribirle una palabras.
Le he agradecido sus cartas que indican una pequeña enfermedad de nuestro aparato [Siguen las genialidades retóricas: el crimen como “pequeña enfermedad”]
que muestra que deseando hacer las cosas bien, es decir, desarmar a nuestros enemigos ,algunos de nuestros funcionarios del partido se enfrentan con nuestros amigos y pueden incluso llegar a ser francamente sádicos. Pero que me percate de eso no significa que esté de acuerdo EN TODO [mayúsculas en el original] con usted. Usted ve UN aspecto de las cosas, y no lo ve mal. Pero solo es UN aspecto de las cosas. Para no equivocarse en política- y sus cartas no son literatura sino que son pura política- hay que saber ver EL OTRO lado de la realidad
[ Es la clave del argumento: usted es un literato sensible, pero se le escapa que en política hay “razones de estado” que solo los Líderes perciben, y tienen que actuar con dureza…]
Y el otro aspecto es que los respetados trabajadores de su distrito- y no solo del suyo- estaban en huelga, llevaban a cabo un sabotaje y ¡estaban dispuestos a dejar sin pan a los obreros y al Ejército Rojo!
[ O sea, los “respetados trabajadores” eran monstruos, “enemigos del pueblo”, o de la “raza” diría Hitler, “gusanos”, “contreras” dirían otros]
El hecho de que ese sabotaje fuera silencioso y en apariencia pacífico(sin derramamiento de sangre)no cambia en absoluto el fondo del asunto, a saber, que los respetados trabajadores llevaban una guerra de zapa contra el poder soviético.¡Una guerra a muerte, querido camarada Shólojov!
Por supuesto, estas especificidades no pueden justificar los abusos que, según usted, han sido cometidos por los funcionarios, y los culpables tendrán que responder por su comportamiento [hipocresía en estado puro]
Pero resulta tan claro como el agua que nuestros respetados trabajadores no son inocentes corderos, como podría pensarse leyendo sus cartas.
Que siga usted bien. Le estrecha la mano. Suyo I. Stalin”

El Stalin del final


Se puede leer en el Libro Negro del Comunismo, en el capítulo dedicado al estalinismo escrito por Stephane Courtois:

“ Intentemos elaborar un balance provisional de los diversos aspectos de esta represión que no se sitúan, naturalmente, en el mismo plano:
-                                 Seis millones de muertos después de la hambruna de 1932-1933, una catástrofe en muy buena medida imputable a la política de colectivización forzada y de requisa depredadora de las cosechas de los koljozes llevada a cabo por el Estado.
-                                 720.000 ejecuciones , de las que más de 680,000 se produjeron en los años 1937-1938, en virtud de una parodia de juicio seguida por la jurisdicción especial de la GPU-NKVD (la policía secreta)
-                                 300,000 fallecimientos atestiguados en los campos entre 1934 y 1940; sin duda por extrapolación con los años 1930-1933, para los cuales no se dispone de datos precisos; alrededor de 400,000 para el conjunto de la década, sin contar el número no verificado de personas muertas entre el momento de su arresto y su registro en calidad de “entradas” por la burocracia penitenciaria
-                                 600,000 fallecimientos, aproximadamente, atestiguados entre los deportados, “desplazados” o colonos especiales.
-                                 Alrededor de 2.200.000 deportados, desplazados o colonos especiales
-                                 Una cifra acumulada de entradas en los campos y colonias del Gulag se siete millones de personas entre 1934 y 1941 con los años 1932-1933 con datos insuficientemente precisos.”

Estos hechos son relativamente conocidos. Lo que casi no se comenta es que el proceso represivo siguió después de la segunda Guerra Mundial. La esperanzas de que la paz implicara un aflojamiento de la presión estatal sobre los “enemigos del pueblo” se demostraron falsas: “El pueblo había sufrido demasiado, el pasado no podía repetirse. No obstante, yo estoy invadido por la perplejidad y la angustia” escribió en sus memorias Ilia Ehrenburg.
En 1946 unos 50,000 campesinos  fueron juzgados y condenados a penas  elevadas por robo de espigas o de pan. Las pésimas cosechas de 1946-1947 causaron 500,000 muertes por hambre, hecho absolutamente ocultado por la maquinaria informativa del régimen. Otros hechos:
-“ En el curso del segundo semestre de 1947, más de 380,000 personas fueron condenadas, de los cuales 21.000 adolescentes de menos de 16 años”
- 500,000 mujeres estaban detenidas en el Gulag hacia 1948, cerca del 25% del total de presos.
- En 1947 se prohibió el casamiento entre soviéticos y extranjeros
- La campaña de persecución política seguía exactamente igual a la de los años 20 o 30: “Todos los espías, trotskistas, desviacionistas, derechistas, mencheviques, socialistas-revolucionarios, anarquistas, nacionalistas, blancos y otros elementos antisoviéticos deberán ser deportados, al concluir su pena en el campo, a las regiones de Kolyma (…) y a algunas regiones alejadas de Kazajstán”
 - Entre 1948 y 1953 los colonos especiales no dejaron de aumentar, llegando a 2.753.000 en 1953. Fue especialmente dura la represión en los países bálticos que pasaron a engrosar las cifras de deportados a Siberia. Para el periodo 1940-1953 se calcula que unos 200.000 bálticos fueron desterrados a Siberia.
- Leonidas Brezhnev – futuro líder soviético- se encargó de la deportación de más de cien mil moldavos.
- Estalló una revuelta campesina en Ucrania, lo cual implico decenas de miles de deportados
- Otras colectividades que sufrieron deportación fueron “ 11.685 mingrelinos y 4.707 iraníes de Georgia, 4.365 testigos de Jehová, 4,431 kulaks de Bielorrusia occidental, 1.445 kulaks de Ucrania occidental, 1.415 de kulaks de la región de Pskov, 955 personas de la secta de los “verdaderos cristianos ortodoxos”, 2.795 bachmanies del Tadzhikistán y 591 “vagamundos”


La última conspiración: los “médicos judíos”

Si algo le faltaba a Stalin era ejercer una represión antisemita. En 1953 se acusó a un grupo de médicos judíos de una conspiración para asesinar a altos dirigentes soviéticos. Los acusados fueron sometidos a largas sesiones que terminaban con “confesiones” del tipo de los Procesos de Moscú de 1937. Se armó una extensa campaña de prensa contra los médicos judíos y , por extensión, se comenzó a hablar de una conspiración “cosmopolita”- que era el extraño mote que recibía el sionismo y, en general, el judaísmo.
Se estaba creando el clima para una gran purga interna, a la manera de la de la década del 30, pero la muerte de Stalin abortó la amenaza.
El antisemitismo popular era una realidad en la Unión Soviética. La indiferencia y aun la colaboración de la población ucraniana hacia la matanza de judíos por los nazis  fue expresión concreta  de ese fondo antisemita. Lo notable es que el estado soviético negó que el Holocausto fuera especialmente dirigido a los judíos. En cambio, ya desde 1942 en el Comité Central se hablaba de “ el lugar dominante de los judíos en los medios artísticos, literarios y periodísticos”. Se prohibió el Libro Negro sobre las atrocidades nazis contra los judíos.
El Comité antifascista judío- armado durante la guerra con el aval de Stalin- fue acusado de tener “tendencias nacionalistas”. En 1947 varios de los miembros judíos del comité fueron detenidos. En 1948 el comité fue disuelto bajo la acusación de que se había convertido en “un centro de propaganda antisoviético”. Todos los miembros del comité fueron detenidos. Se lanzó una fuerte campaña “anticosmopolita” en la prensa, acusando a los críticos de teatro judíos por su “incapacidad para comprender el carácter nacional ruso”(¡). Centenares de intelectuales judíos fueron detenidos.
“La destitución de los judíos fue llevada a cabo de manera sistemática, fundamentalmente en medios culturales, informativos, de prensa, editoriales, médicos, en resumen en las profesiones en las que ocupaban puestos de responsabilidad. Los arrestos se multiplicaron, afectando a los medios más diversos”. Ingenieros condenados a muerte por “sabotaje”, la esposa judía de Molotov, detenida y enviada a un campo, hasta la esposa judía del secretario de Stalin, detenida y fusilada en 1952.
La “conspiración judía” estaba en  marcha. En el marco del fin del Congreso del PCUS la mayoría de los “médicos judíos” fueron detenidos, encarcelados y torturados. Sin embargo, la muerte de Stalin detuvo el proceso, que, según alguna pruebas documentales estaba destinado a una deportación masiva de judíos a Siberia.

  




La mayor hambruna de la historia: China 1959-1961

(Basado en el capitulo sobre China de El Libro Negro del Comunismo, por Jean-Louis Margolin)

Los crímenes del socialismo real pueden agruparse en la siguientes categorías

- Ataque, represión y muerte a miembros y los representantes políticos de la burguesía, la aristocracia, la Iglesia.
- Ataque, represión y muerte a intelectuales, escritores y artistas no socialistas.
- Ataque, represión y muerte a opositores y disidentes
- Ataque, represión y muerte a los militantes de partidos de izquierda no comunista (socialistas, anarquistas, socialdemócratas, etc.)
- Ataque , represión y muerte a categorías sociales y étnicas (kulaks, campesinos medios, comerciantes, minorías nacionales, marginales, etc.)
- Purgas internas en el Partido Comunista
- Represión indiscriminada al pueblo llano para cumplir con cuotas prefijadas de esclavos para el Gulag o con propósito de infundir terror
- Grandes procesos de colectivización agraria (Ucrania, China) que provocaron hambruna y millones de muertos

La colectivización del campo en China, “el Gran Salto Adelante” fue sin lugar a dudas la operación más sangrienta de la historia de la Humanidad: entre 20 y 30 millones de campesinos murieron entre 1959 y 1961.
Vale la pena entrar en los detalles, ahí donde una simple estadística se convierte en un grito de dolor.

El Plan. La “fatal arrogancia”

El Presidente Mao Tse Tung, en vistas del éxito de la colectivización agraria de 1955- que agrupaba a los campesinos por aldea, con derecho a retirarse de la cooperativa- decidió dar el “gran salto adelante”: alterar el modo de vida de los campesinos agrupándolos en gigantescas unidades de decenas de miles de familias (las “comunas populares”) donde desaparece toda propiedad privada (hasta de la comida y las herramientas); concentrar las explotaciones en enormes extensiones, gracias a faraónicos trabajos de regadío y nuevas técnicas de cultivo; terminar con la separación entre agricultura e industria, construyendo altos hornos en cada explotación.
Pretendió así que un solo hombre, una sola cabeza, reemplazara el conocimiento de cien generaciones de campesinos chinos , que fueron adaptándose a cada nicho ecológico en busca del mejor rendimiento de sus cultivos. Hacer tabla rasa con ese conocimiento acumulado y pretender reemplazarlo por el Plan de una mente “brillante” es la fatal arrogancia en la que cayó Mao.
Al principio todo marchaba bien. Banderas desplegadas, voluntad, decisión, mística revolucionaria hacen incrementar la producción agrícola. La “emulación revolucionaria” lleva a suprimir totalmente las parcelas privadas, eliminar los mercados, imponer la prohibición de abandonar la explotación agrícola. Todos los objetos de metal son requisados para fundirlos en las acerías.


Los errores de concepción técnica

Basados en la absurda neo-ciencia proletaria del soviético Lysenko- un intento ridículo de negar la “genética burguesa”- se cometen errores técnicos irreversibles: basados en que las semillas prefieren estar juntas que separadas- por aquello de la “solidaridad”- se ultrautilizaron los semilleros de cinco a diez veces su capacidad normal con el resultado de matar a las plantas jóvenes. Además, “las labores profundas resecan la tierra o hacen que ascienda la sal; trigo y maíz no se hacen muy buena compañía en los mismos campos, y la sustitución de la cebada por el trigo en las tierras altas del Tíbet es sencillamente catastrófica.
Otros “errores” son de iniciativa nacional: el exterminio de los gorriones comedores de grano ha provocado la proliferación de parásitos; cantidad de obras hídricas, hechas deprisa y corriendo y mal coordinadas unas con otras, resultan inútiles e incluso peligrosas y su construcción cuesta cara en vidas humanas (10 mil de cada 60 mil trabajadores en una obra en Henan). La voluntad de apostar el futuro a una enorme cosecha de cereales arruina las pequeñas actividades agrícolas anexas, incluida la ganadería, indispensables a menudo para el equilibrio alimentario. En Fuijan, plantaciones de té de fortísimo valor añadido, son reconvertidas en arrozales.”

Se saca gente del campo para aplicarla a la industria- gente que se suma a la población no productora de alimento y que habrá que alimentar- y se reduce incluso la superficie sembrada confiados en el incremento de la productividad: “El resultado de esta combinación de “delirio económica y mentira política” son esas cosechas de 1960, que los campesinos no tienen siquiera fuerza para recoger. “

La mentira estadística

No tardan los dirigentes en advertir que los resultados van menguando: se miente sistemáticamente en las estadísticas de producción: “Es menos arriesgado para un mando alterar sus estadísticas, aun a costa de exprimir de forma insoportable a sus administrados para que, del modo que sea, proporcionen las entregas previstas, que confesar no haber cumplido los objetivos sacrosantos. (…) En 1958-59 cuanto mayor es una mentira , más rápida será la promoción del autor: la huida hacia adelante es total, los “termómetros” están todos rotos, y los críticos potenciales en la cárcel o en las obras de irrigación” . Se inventan cantidades de granos inexistentes ¡qué el Estado exige sean entregadas!.

Los resultados


Henan , una de las provincias “modelo” registra entre dos y ocho millones de muertos, según diversas estimaciones. La cosecha de 1960, de 143 millones de toneladas es inferior en un 27% a la de 1957: ¡se ha caído al nivel de 1950, pero con 100 millones más de chinos! El precio del arroz se multiplicó por 15 en los mercados libres o negros. En Anhui, las tasas de mortalidad se disparan al 7% anual, frente al 1,5% de los periodos normales, la natalidad baja de del 3% al 1%. Para colmo , como la política era que cada comuna debía ser autosuficiente, los traslados interprovinciales de víveres quedan prohibidos: las provincias superabundantes no podían ayudar a las deficitarias. Aparece el canibalismo. Los vecinos de la aldea se intercambian sus hijos para evitar el horror de comer a sus propios vástagos, reemplazado por el horror de comer a los amigos de sus hijos…
Para todo el país, la mortalidad se dispara en 1960 al 3%: “las pérdidas ligadas a la sobre mortalidad de hambre pueden evaluarse, de 1959 a 1961, entre 20 millones (cifra cuasi oficial en China desde 1988) a 43 millones de personas. Nos enfrentamos , verosímilmente, a la hambruna mas grave (al menos en cifras absolutas) de toda la historia de China (la segunda sería la de 1877-1878 en el norte del país, que provocó entre 9 y 13 millones de víctimas), y sin duda también de la historia del mundo.”

La falta de corrección del Plan

Ante un Plan que da malos resultados, el buen sentido político indica que hay que corregir el rumbo. Pero el Presidente Mao no estaba dispuesto a reconocer el error. Las crecientes tensiones con la URSS y “el ataque al buró político del Partido Comunista realizado por el prestigioso Mariscal Peng Dehuai en contra de la estrategia querida por el propio Mao, llevaron a este último, por razones de pura técnica política, a negarse a reconocer la menor dificultad, para admitir así el menor error. El demasiado lúcido ministro de Defensa es sustituido por Lin Biao, que se revelará como una criatura servil al Timonel”
La culpa era de otros, como siempre: “Los activistas están convencidos, como Mao, de que todas las dificultades provienen de los campesinos, que esconden el grano: según el secretario de la prefectura de Xinyang (10 millones de habitantes) donde se había iniciado la primera comuna popular del país, “no es que el alimento falte. Hay grano en cantidad, pero el 90% de los habitantes tienen problemas ideológicos”.

La represión contra los campesinos

Se desencadena una feroz represión contra los campesinos: 10 mil encarcelados, orden de romper todos los utensilios de cocina para impedir la autoalimentación, se prohíbe cualquier tipo de fuego, aun en invierno. “Los excesos de la represión son terroríficos: torturas sistemáticas a millones de detenidos, niños muertos, puestos a hervir y luego utilizados como abono (…) En Anhui, donde se proclama la intención de “mantener la bandera roja incluso con el 99% de muertos” los mandos recuperan las buenas y antiguas tradiciones de enterramiento en vida y tortura con hierro candente. (…) los aldeanos desesperados que intentan trasladarse a las ciudades son recibidos en estas con metralla”
Los relatos estremecen: “ Pléyades de hambrientos que intentan comer caldos de hierba, de cortezas de árbol, de hojas de álamo en las ciudades, vagando por los caminos en busca de pitanza, tratando de saquear los convoyes de víveres (…) las tres cuartas partes de la brigada de trabajo de Jean Pasqualini [ un testigo] en agosto de 1960 habían muerto un año después o se encontraban moribundos, y los sobrevivientes se veían obligados a buscar granos de maíz no digeridos en los excrementos de los caballos, y gusanos en las boñigas de las vacas”

El fin de la pesadilla

Se toman algunas medidas “correctivas” que lo empeoran todo: se incentiva la exportación de grano a la URSS, se rechaza la ayuda de EEUU.
Por último, a pesar del temor de criticar la política del Presidente, el número dos Liu Shaoqi “pudo poner al presidente del partido a la defensiva e imponer casi una vuelta a la colectivización “suave” anterior a la formación de las comunas populares: parcelas privadas, mercados campesinos, empresas artesanales libres y desconcentración en el nivel de la brigada de trabajo (equivalente a la antigua aldea) de la gestión de las actividades campesinas.”
La recuperación fue muy lenta, debido al profundo mal causado por el “gran salto adelante”: recién en 1983 se alcanzó el nivel de producción agraria de 1952, treinta años de retraso.
“No es sorprendente que sean los pequeños campesinos quienes, respondiendo con entusiasmo a las reformas liberales de Deng Xiaoping, hayan sido la punta de lanza de la reintroducción de la economía de mercado en China, exactamente veinte años después del lanzamiento de las comunas populares”


Los campos de Europa Oriental

Pitesti, Rumania

Yo ya creía saber todo sobre el Gulag. Mi capacidad de asombro ya había sido colmada por los relatos de ese horror. Pero acabo de leer el estremecedor relato de los campos rumanos. Pareciera que Rumania estableció algún tipo de competencia con la Unión Soviética para crear la más bizarra y terrorífica forma de tortura, como si su inventor figurara , a partir de allí, en el libro de los Héroes del Comunismo.
El “toque” rumano- aplicado en el campo de Pitesti- incluía un método de lavado de cerebro que nunca se había ensayado en la URSS: pretendía lograr una conversión interior del preso, su transformación en “otra persona”, en un creyente fervoroso en las verdades del comunismo.
Las cuatro fases del método eran las siguientes.
- “Desenmascaramiento exterior”: se obligaba al prisionero a confesar las “traiciones” de amigos o familiares
- “Desenmascaramiento interior”: se los obligaba a denunciar a quien los hubiera ayudado en la cárcel.
- “Desenmascaramiento moral público”: se exigía al detenido blasfemar contra todo lo que considerara sagrado: familia, novia, Dios, amigos.
- “ Reeducación al amigo”: el detenido debía “reeducar” a su mejor amigo del campo, torturándolo con sus propias manos y convirtiéndose él mismo en verdugo.
Cada fase era acompañada por torturas permanentes: algunas duraban dos meses. Cuenta el escritor rumano Virgil Ierunca:
” Fue practicada toda la gama de suplicios: quemaduras de cigarrillo en diversas partes del cuerpo, prisioneros que tenían las nalgas necrosadas y se les caía la carne a pedazos como si fueran leprosos. Se obligaba a algunos a tragar toda clase de excrementos y cuando vomitaban les metían sus vómitos en la garganta (…) Los creyentes eran “bautizados” todas las mañanas del siguiente modo: se les sumergía la cabeza en los cubos llenos de orines y restos fecales mientras que los otros presos repetían a su alrededor la fórmula bautismal. (…) A los seminaristas se los obligaba a oficiar misas negras (…) Llamaban a la santísima Virgen “las gran puta” y a Jesús “el cabrón que murió en la cruz”. El seminarista que hacía el papel de sacerdote tenía que desnudarse completamente y le envolvían en una sábana manchada de excrementos.”

Lovech, Bulgaria

También Bulgaria quiso ensayar “una vía nacional hacia el Gulag”. En el campo de Lovech se intentó volver a la Edad de Piedra: los detenidos eran asesinados a palos, simplemente. Este monstruoso experimento duró hasta 1961, años después del “deshielo” y la denuncia de los crímenes de Stalin por Kruschev.
Cuenta Tristán Todorov:
“ Durante la llamada de la mañana el jefe del campo escogía a sus víctimas; tiene la costumbre de sacar de su bolsillo un trocito de espejo y ofrecérselo: “Toma, ¡mírate por última vez!” Los condenados reciben entonces un saco que servirá más tarde para transportar su cadáver al campo: deben llevarlo ellos mismos, como Cristo su cruz camino al Gólgota. Salen para la obra, en este caso, una cantera de piedra. Allí serán golpeados hasta morir por los jefes de la brigada y cerrados en su saco con un trozo de alambre. Por la tarde, sus compañeros les traerán de vuelta al campo, cargados sobre una carretilla, y los cadáveres serán apilados detrás de los aseos- hasta que haya veinte, para que el camión no haga el viaje vacío-. Los que no hayan cumplido las normas durante el día serán señalados durante la llamada de noche.: el responsable de la policía dibujará con el extremo de su bastón un círculo en la arena: los que sean invitados a entrar a él morirán destrozados a golpes.”
¿Se justificaba en los años 50 tal grado de locura homicida? ¿Estaba en peligro el comunismo europeo, por lo cual eran explicables estas formas de represión?. Como dice el autor del capitulo sobre Europa Oriental, en el Libro Negro del Comunismo, Karel Bartosek,
“ Todavía hoy, tropezamos a veces, a propósito de la historia del comunismo, con el discurso que alude al “contexto de la época”, al “aspecto social”, etc.¿No está este discurso sostenido por una aproximación ideológica de la Historia y un “revisionismo” que no respetan los hechos establecidos y se oponen a una verdadera investigación de la verdad?¿No deberían, los que son sensibles a ello, volcarse del lado de la dimensión social de la represión, especialmente sobre el pueblo llano?”

 


Camboya, 1975-1979: el culto a la muerte 


El poder total de los Khmer rojos en Camboya permite sin ningún resquicio de duda contemplar en su expresión más extrema y total, la degradación de la condición humana de la cual el estalinismo y el maoísmo fueron antecedentes. Pero allí se llegó al límite.

En China hubo 20 millones de muertos en los campos de concentración, pero estaba prohibida la tortura física (no la psicológica) y era raro el fusilamiento: la gente Infra alimentada moría de hambre, de agotamiento y de enfermedad. Era obvio que el poder sabía que así terminarían sus rehenes, pero de alguna manera dejaban un resquicio de defensa: morían por su culpa, no en manos de sus captores.

El Gulag era una empresa productiva de varios millones de esclavos que trabajaban en condiciones de penuria extrema y morían de frío, hambre y agotamiento. “culpa suya” dirían los guardianes. Stalin fusiló a “solo” un millón de rusos: los otros cuarenta murieron de hambre con la colectivización rural, en los “traslados” de pueblos enteros a Siberia, en la construcción de canales, ferrocarriles, en la tala de bosques, en las minas: murieron “produciendo” riqueza, lo cual indicaba que había cierta preocupación por no acelerar la muerte de prisioneros tan útiles. El 10% de la economía soviética se basaba en estos esclavos: nadie mata a los esclavos, se le mueren de agotamiento, hambre, frío, enfermedades o se suicidan.

Además, hay una cierta “discriminación”: en la URSS no todas la categorías eran enemigas: la represión se centraba en ciertas etnias (tártaros, alemanes), categorías sociales (kulaks, vagabundos) , políticas (opositores socialistas o anarquistas, purgas periódicas) y solo excepcionalmente se reclutaban esclavos al azar (aunque hubiera ciertamente casos así).

Se lee en capitulo sobre Camboya de El Libro Negro del Comunismo, escrito por Jean-Louis Margolin:

“En la Kampuchea democrática no había cárceles, ni tribunales, ni universidades, ni institutos, ni moneda, ni correos, ni libros, ni deporte, ni distracciones…En una jornada de 24 horas no se toleraba ningún tiempo muerto. La vida cotidiana se dividía del modo siguiente: doce horas de trabajo físico, dos horas para comer, tres horas para el descanso y la educación, siete horas de sueño. Estábamos en un inmenso campo de concentración. Y no había Justicia. Era el Angkar el decidía todos los actos de nuestra vida “

“Debía acostumbrarse uno a la desaparición total de la enseñanza, la libertad de desplazamiento, del comercio lícito, de la medicina digna de ese nombre, de la religión, de la escritura, así como la imposición de estrictas normas indumentarias ( blusa negra, de largas mangas , abotonadas hasta el cuello) y de comportamiento ( nada de demostraciones de afecto, nada de peleas o de injurias, ni de quejas ni de lagrimas). Había que obedecer en forma ciega a las consignas, asistir (fingiendo escuchar) a las interminables reuniones, gritar o aclamar cuando se ordenaba, criticar a los demás y autocriticarse. (…) Es comprensible que los primeros tiempos del régimen hayan estado marcados por una epidemia de suicidios”

(...)

“El horror no necesita cifras para resultar obvio. (…) Lo que queda por cuantificar, es comprender lo siguiente: si ninguna categoría de la población se salvó ¿cuál era la más apuntada?¿Donde y cuando ocurrió eso?¿Como situar la tragedia de Camboya entre todas las de este siglo XX, y en el seno de su propia historia?”



Los diversos estudios varían en la estimación de víctimas entre uno y dos millones, para una población sobreviviente, en 1979, de 5.200.000 habitantes. Aun en 1990 no se había superado la cantidad de habitantes de 1970: una catástrofe humanitaria única, con cerca de un 20% de la población asesinada.

“La ruralización forzosa de los habitantes de las ciudades causó, como máximo, 400,000 víctimas, probablemente menos. La ejecuciones son el dato más inseguro, y su cifra media gira en torno a unas 500,000. (…) Las enfermedades y el hambre fueron, sin duda, las causas de mortalidad más importantes, con unos 700,000 probablemente por lo menos. Sliwinski señala la cifra de 900,000, incluyendo en ella las secuelas directas de la ruralización.”


La “política” de desarrollo económico produjo la reducción en un 50% del área de cultivos. Cuenta un testigo:

“ A ambos lados del camino se extendían hasta el infinito arrozales baldíos.
Busqué inútilmente labores de trasplante. Nada, salvo un grupo de muchachas al cabo de una decena de kilómetros.
¿Dónde estaban los cientos de jóvenes de brigadas móviles de las que hablaba todos los días la radio?
De vez en cuando, grupos de hombres y mujeres deambulaban, con aspecto ausente y un hatillo a la espalda. (…) Estos antiguos habitantes de las ciudades habían sido enviados en un primer momento, a las regiones desheredadas del sureste, donde frente a la indigencia total, debían hacerse una “nueva concepción del mundo”. Y, mientras tanto, las regiones fértiles permanecían sin mano de obra. La gente se moría de hambre en todo el país ¡y solo se explotaba una quinta parte de las tierras sembradas!
¿ A dónde había ido a parar la antigua mano de obra que trabajaba en aquellas tierras? Muchas preguntas quedaban sin respuesta.”


La clave proyecto económico eran las grandes obras de regadío, diques y canales: “Muchas obras se las llevó la primera crecida, hicieron discurrir o fluir el agua contra su sentido natural, encenegaron en unos meses. “las obras eran dirigidas no por ingenieros- clase de intelectuales despreciada como todas las demás- sino por campesinos sin experiencia. La Oficina Central – con fatal arrogancia de la omnisciencia- determinaba los calendarios de las tareas agrícolas desde lejos, independientemente de las condiciones locales. Se talaban árboles frutales – que cobijaban gorriones- dejando así sin alimento a los campesinos. “Junto a esto, mandos distantes, nimbados de omnipotencia, que apenas trabajaban con sus subordinados y daban órdenes sin tolerar la menor discusión”.

El resultado fue que la ración histórica de Camboya, de 400 gramos por día para un adulto, se transformó en menos de 250 gramos…cuando se la podía conseguir. El mercado negro adquirió un valor vital, lo mismo que la búsqueda individual de alimento, globalmente prohibida. La gente robaba alimentos públicos, los pocos gallineros privados y emprendía una caza de cangrejos, ranas, caracoles, ratas, lagartos, serpientes junto con brotes y tubérculos del bosque que devoraban crudos y fueron causa de gran número de muertes.

El hambre, obviamente, era el mejor argumento para obtener la sumisión total de una población debilitada, a fin de desterrar toda idea de fuga o resistencia.

“ La subalimentación crónica, que debilitaba los organismos, favoreció el conjunto de enfermedades (en particular la disentería) y acentuó su gravedad.” El edema generalizado por el aporte de excesiva sal, hacía su obra. “ Esta muerte relativamente tranquila (uno se debilita, luego zozobra en la inconciencia) acabó siendo tenida como envidiable por algunos”.

Los enfermos eran sospechados de holgazanería: “los hospitales eran lugares de eliminación de la población más que de curación”: allí se reducía la ración a la mitad y la falta de higiene propagaba infecciones letales.

El canibalismo se hizo presente. Era una practica aceptada entre los Kmeres rojos: “ En una cárcel se cuenta la extirpación del feto de una embarazad asesinada,. El feto se tira, y el resto se lo llevan acompañándolo con la siguiente reflexión, ”Para esta noche ya tenemos carne suficiente”!.(…) En este recurso a la antropofagia ¿no estamos ante un caso límite de un fenómeno mucho más general: el hundimiento de los valores, de los puntos de referencia morales y culturales, y en primer lugar de la compasión, virtud tan cardinal en el budismo? Paradojas del régimen de los Khmer rojos: afirmó querer crear una sociedad de igualdad, de justicia, de fraternidad, de olvido de uno mismo, y, como los demás poderes comunistas, provocó un frenesí inaudito del egoísmo, del cada uno para sí, de la desigualdad convertida en poder, de la arbitrariedad. Para sobrevivir, en primer lugar y sobre todo, había que saber mentir, robar y permanecer insensible”.

¿Conclusión?


El relato del  Libro Negro abarca muchas más experiencias: Corea el Norte, Laos, Vietnam, Cuba, países africanos. En todas se repiten con algunas variantes locales las mismas características de horror. Todas han sido minimizadas, ocultadas, justificadas por los escritores, periodistas y profesores occidentales- desde Sartre, admirador de Mao, hasta Noam Chomsky, explicador del desastre camboyano-  explicadas como “ producto de un contexto amenazante”, disculpadas como efecto de la presión “imperialista”. Quedan para el análisis la increíble represión al interior del movimiento comunista, las purgas de militantes polacos o franceses ordenadas por Stalin e implementadas por los dirigentes “leales”, muchos de los cuales eran después ejecutados por supuestas traiciones. Quedan para el análisis la sistemática persecución de anarquistas y socialistas en España, en plena Guerra civil, incluyendo los espurios acuerdos con las tropas “nacionales” para entregar trotskistas al pelotón de fusilamiento. Cuba merece un capitulo aparte, dada su persistente e inacabable represión, ante la mirada cómplice de la Unión Europea y del Papa. Los crímenes de Sendero Luminoso , de las FARC, de los Montoneros y el ERP son otros siniestros capítulos de sangre. No es el propósito dar cuenta de todo ello: para eso conviene leer el Libro Negro del Comunismo y sacarse los velos.
No hay conclusión, porque la pesadilla sigue. Si resulta absurdo suponer que los campos hitleristas siguen en funcionamiento, no es así con los campos comunistas: en Corea del Norte, en Cuba aun se sigue encarcelando por sospechas, aun se prohíbe toda actividad política o periodística. Y aparecen nuevas experiencias represivas, en Venezuela, Ecuador o Bolivia que si bien no son tan inhumanas como las del socialismo del siglo XX. Este nuevo socialismo del siglo XXI pretende olvidar ese horror para inaugurar una nueva forma de opresión. No cabe el optimismo: la “virtud socialista” siempre justifica el terror aplicado en gran escala, siempre hay intelectuales dispuestos a explicarnos las bondades del Gulag.
Todos coinciden con esta frase de Robespierre, el padre del terror revolucionario:

Si la virtud constituye el motor principal del Gobierno popular en tiempos de paz, en época de Revolución se hace necesario recurrir a ésta y al terror. Éste resulta fatal sin la virtud, que a su vez se halla impotente sin él. El terror no es otra cosa que justicia expeditiva, severa e inflexible, y, además emana de la virtud.